Cosificación sexual de la mujer
Cosificar a la mujer significa hacer uso de ella o de su imagen para finalidades que no la dignifican ni como mujer, ni como ser humano. La cosificación sexual es la más frecuente, donde se la utiliza como objeto sexual a disposición del hombre. Aunque se han producido avances, todavía vivimos en una sociedad patriarcal, en la cual mucha gente piensa que porque una mujer lleve una minifalda significa que quiere algo con alguien. Sin embargo una mujer puede ir vestida con la ropa que quiera que nadie tiene derecho a perseguirla hasta su casa o ha acosarla por la calle diciendo "piropos". La cosificación sexual también afecta al ámbito laboral, donde los hombres se aprovechan de sus puestos para acosar sexualmente a las mujeres. Por ejemplo los casos destapados en Hollywood de actrices que han sido acosadas, y si esto sucede en países más avanzados imaginemos en otros países donde las mujeres no tiene apenas derechos.
En la publicidad podemos ver una gran cosificación sexual, donde las empresas utilizan a las personas como objetos para atraer consumidores y donde existe un rol para la mujer como por ejemplo el ideal de belleza femenina, esto hace que se cree una imagen distorsionada de la mujer. No solo vemos este tipo de publicidad en la televisión sino que también nos la podemos encontrar cuando vamos por la calle, en la que se ven anuncios de mujeres en ropa interior promocionando algún producto, en estos se
ve a la mujer como un valor agregado o como alguien sumiso que por el simple hecho
de que el hombre se ponga un desodorante la mujer le va a hacer caso. La publicidad actúa agresivamente sobre los consumidores con el fin de difundir ciertas pautas de comportamiento. Los mensajes publicitarios exhiben roles sociales
que condicionan en cierto sentido nuestra conducta. A menudo, la publicidad
perpetúa una serie de estereotipos que tradicionalmente se han adjudicado las mujeres.
Ahora que llega la época de carnavales podemos ver que muchos disfraces destinados a mujeres son denominados como sexis. Los disfraces hipersexualizados son, en su mayoría, para el sexo femenino. De hecho, en los packs de disfraces para pareja que incluyen un traje para hombre y otro para mujer, puede verse hasta qué punto son diferentes los disfraces para ambos sexos.
La cosificación del cuerpo femenino constituye una forma de pervivencia y renovación del sexismo en el contexto de las sociedades democráticas modernas, con múltiples consecuencias en la vida cotidiana de las mujeres. Al mismo tiempo, se apunta que la manipulación mediática de la imagen femenina tiene como consecuencia la adaptación de la sexualidad femenina a la norma patriarcal.
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